29 oct 2008

Arte


·Al invitarme a pintar y decirme si me apetecía el chocolate de tomar, en un primer momento pensé que estabas de obras, que ya que ibas a decorar, te apetecía que te ayudara con la pintura, con las sábanas para cubrir el mobiliario, con la redistribución de los sofás, incluso llegué a creer que podríamos elegir el color con que pintar.

Pensé que el chocolate, era para tomar fuerzas, que lo íbamos a utilizar como elemento revitalizador, que mientras evitábamos pintarnos más que a las paredes, me invitarías a tomar alguna pasta con una taza de chocolate, espeso, humeante, sin endulzar, como debe ser.

Me llamó la atención que me dijeras que ya puestos, llevará también algún pincel, nuevo, suave a poder ser.

Cuando me decías que una de tus aficiones era la pintura, para nada podía imaginar que te referías a pintar usando ese lienzo tan especial, suave y cálido que es tu piel.

A saber que pensarás hacer.

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